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Foto del escritorOficios • Fundación Cristo Vive

Cecilia Aravena, egresada del curso Grúa Horquilla: “En mi corazón no cabe más felicidad. Logré lo que yo quería”

La ex alumna de 61 años obtuvo la licencia de conducir clase D luego de tres meses de capacitación gratuita.



Cuando el reloj marcaba las 11:00 horas de un soleado 3 de septiembre Cecilia Aravena, egresada del curso de oficio “operario de Grúa Horquilla”, impartido por la Fundación Cristo Vive, se subió a la maquinaria de logística con un firme propósito: aprobar el examen práctico para obtener la licencia clase D.


Concentrada en su cometido puso las manos en el volante y se dirigió hacia donde estaban los palets. Con cuidado tomó uno, lo llevó al otro extremo del patio y lo colocó en la repisa de fierro. Luego, volvió al punto de partida y estacionó la grúa orgullosa del logro que acababa de conseguir.


“En mi corazón no cabe más felicidad. Logré lo que yo quería. Todos me han felicitado, me dicen que soy una luchadora y mis nietos viva la mami”, expresó la graduada después de aprobar el examen.


Cecilia es una de los 18 egresados que obtuvieron la licencia de conducir clase D, gracias al programa “Voy por Más, Nororiente”, iniciativa impulsada por el Gobierno de Santiago, aprobada por el Consejo Regional Metropolitano y ejecutada por la Fundación Cristo Vive.


Una fuente de inspiración


No todo fue color de rosa durante los tres meses de formación. Al principio, Cecilia pensó que no aprendería a conducir la grúa horquilla, pero el profesor Manuel Pereira la apoyó y la incentivó a seguir adelante.


“Si hay personas que están pensando en hacer el curso, pero tienen dudas, atrévanse.  De primera cuesta, pero todo lo que uno se propone hay que lograrlo”, afirmó la egresada y agregó “aquí el profesor está para apañarlos, a mí me dio una crisis de pánico y él me apoyó, me dijo tú eres fuerte, tú lo vas a lograr y así fue”.


Hoy Cecilia agradece no haber bajado los brazos, porque el curso le permitió crecer en el ámbito laboral y le ayudó a convertirse en un ejemplo a seguir para sus nietos.


“Quería desempeñarme en algo novedoso para mí, porque estaba vegetando en la casa. Entonces, preferí venir a hacer algo que me permitiera salir a trabajar. Tuve una bonita acogida del profesor, de mis compañeros y de la fundación. Todos son muy acogedores. Ahora con mi licencia en mano espero trabajar en lo que yo estudié, en la Grúa Horquilla", destacó la graduada de 61 años.






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